¿Por qué mi hijo no pone atención?

Hay ocasiones en que los padres de familia al examinar detenidamente a sus hijos, observan diferencias pequeñas o algunas veces bastante notables entre los compañeros de escuela y sus hijos, inclusive han recibido quejas por parte de los profesores, escuchando muy frecuentemente un “¿Por qué nunca puede quedarse quieto?”.
Una vez que los padres reciben estas señales de alerta comienzan a reflexionar sobre las acciones que lleva a cabo su hijo tanto en la escuela como en la casa, recordando tal vez que le es casi imposible enfocarse en un libro de trabajo, aún por un período corto de tiempo, incluso si se está ahí para ayudarle. O puede ser que sienta agotamiento al final del día con su hijo de 8 años, que es demasiado activo.
Es cierto que los padres ven este tipo de actividades seguido con sus hijos, pero hay una diferencia muy notable en estos niños, y es que los comportamientos son diarios y por periodos más largos.
El entorno escolar acentúa las problemáticas que los niños presentan, pues la escuela demanda
una cantidad mayor de enfoque, paciencia y autocontrol, cuestiones que en lo familiar y durante los juegos pudieran ser menos evidentes.
El TDAH son las siglas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, el cual es un
trastorno que da lugar durante la infancia; desde los 3 años y hasta los 7 años los síntomas son más evidentes y pueden variar en cada uno de los niños, pero los más notables son impulsividad, desorganización, habla en exceso, problemas para administrar el tiempo, no pueden concentrarse por un tiempo prologado en una sola tarea y/o moverse nerviosamente, entre otros. Hay niños que no son atendidos oportunamente, por lo que cuando llegan a la adolescencia o la etapa adulta, aún presentan algunos de estos síntomas, interfiriendo en su vida laboral y profesional.
En México aproximadamente por cada 100 niños en edad escolar, al menos de 3 a 5 niños presentan TDAH. Hay que recordar que solo los profesionales de la Salud Mental son los encargados de diagnosticar este trastorno.
Estos niños representan un reto muy grande para la sociedad mexicana ya que requiere de una sensibilización del trastorno, denotando la existencia de un número importante de casos, lo que permitiría la implementación de programas interdisciplinarios de difusión, capacitación e intervención educativa, médicos y pedagógicos con objetivos a largo plazo, lo que ayude y permita una identificación temprana y tratamiento oportuno, así como disminuir el efecto que tiene el TDAH en lo social, escolar, laboral y familiar.
Existen tres tipos de TDAH, con predominio inatento, con predominio hiperactivo- impulsivo y combinado:
Los niños con TDAH hiperactivo-impulsivo reciben quejas de que hablan excesivamente, suelen hacer comentarios inapropiados, quieren las recompensas inmediatamente, suelen romper las reglas a pesar de saber las consecuencias…
Los niños con TDAH inatento reciben quejas de que se les ve desconectados, suelen cometer errores muy sencillos, dejan a los trabajos incompletos…
Generalmente los niños ocupan energía acudiendo a la escuela y jugando con sus compañeros, actualmente estamos viviendo momentos de incertidumbre, donde los servicios escolares se han visto interrumpidos por la pandemia por COVID-19, por lo que la falta de lugares donde interactuar generan periodos de descontrol por tener que mantenerse en un solo espacio por un periodo incierto, a largo plazo puede llegar a generar insomnio debido a la excesiva energía que producen.
Si tus hijos tienen TDAH una estrategia efectiva es diseñar un horario en donde se establezcan rutinas:
– Horarios de juegos
– Ejercicio físico dos o tres vees al día (30 minutos mínimo)
– Realizar llamadas a familiares cercanos para promover el apoyo social
– Seguir con las actividades cotidianas de manera normal (levantarse temprano, horario de comidas, baño y aseo general de la casa)
– Establecer reglas en casa (ayuda en tareas del hogar)