La COVID-19 es una enfermedad que a lo largo de los últimos meses ha generado que nuestra vida se transforme radicalmente, tanto los niños como los adultos experimentamos miedo e incertidumbre al darnos cuenta de los vulnerables que somos ante las circunstancias actuales. Ahora bien, si le agregamos a esto la pérdida de un ser querido, a pesar de que las personas tenemos la certeza de que algún día vamos a morir y que alrededor nuestro tendremos que enfrentarla, el proceso de pérdida puede tener importantes consecuencias debido a la falta de preparación psicológica.