Suicidio: no es un acto de cobardía, es sufrimiento.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el suicidio es el acto deliberado de quitarse la vida, siendo este un grave problema de salud pública, ya que los efectos en las familias, los amigos y la sociedad, son complejos y perduran aún mucho tiempo después de la pérdida. Tan sólo en México según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el 2017 ocurrieron al menos 48 mil suicidios en territorio nacional, lo que representa 5.1 casos por cada 100 mil personas, siendo 8 de cada 10 suicidios cometidos por hombres de entre 20 a 29 años y constituyendo la segunda causa de muerte entre los jóvenes a nivel mundial.

Si bien la relación existente entre el suicidio y los trastornos mentales (en particular los trastornos relacionados con depresión o el consumo de sustancias), están relacionados, la OMS reconoce que tiene su origen en la interacción de múltiples factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales, pues muchos suicidios se producen en momentos de crisis que sobrepasan la capacidad de afrontamiento de la persona, entre los que más destacan tenemos: problemas familiares, enterarse recientemente de un diagnóstico médico potencialmente letal, como cáncer, experimentar la pérdida brusca e inesperada de un pariente cercano o una pareja, la pérdida del empleo, ser desalojado del domicilio.

Por lo tanto es de esperar que en nuestra situación actual con la pandemia de la Covid-19 al ser un contexto tan cambiante eleve los factores de riesgo principalmente entre los jóvenes y los adultos mayores, ya que se ha visto, no sólo que exacerba enfermedades mentales anteriores o preexistentes, sino que puede contribuir al desarrollo de conductas con la finalidad de terminar con su vida, al crearse una errónea concepción de no contar con las herramientas personales suficientes.

Ahora bien, en ocasiones, una persona que quiere suicidarse presenta algunos cambios en su comportamiento antes de que lo lleve a cabo: comentarios o verbalizaciones negativas sobre sí mismo o sobre su vida, verbalización de ideas suicidas, aumento significativo de irritabilidad, incremento de consumo de sustancias, dificultad para concentrarse, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, y haber presentado un periodo de calma y tranquilidad repentino cuando previamente presentó una agitación o estado de ansiedad. Cabe resaltar que ninguno de estos indicadores son determinantes para conocer si una persona está planeando quitarse la vida ya que pueden ser producto de otros padecimientos, sin embargo, es importante prestar atención a si se presentan algunos de ellos.

Por otro lado, se estima que los métodos comúnmente usados para cometer este acto es por medio del uso de medicamentos, envenenamiento por otros químicos y sustancias nocivas, disparo con arma o estrangulamiento o sofocación. El conocimiento de estos puede ayudar a elaborar estrategias de prevención basadas en medidas de restricción al acceso de estos medios.

Por último es preciso subrayar que los suicidios son prevenibles, entre las más importantes medidas de prevención que se pueden adoptar están el seguimiento de la atención a personas que intentaron suicidarse y a la identificación temprana, tratamiento y atención de personas con problemas de salud mental, abuso de sustancias, dolores crónicos y trastorno emocional agudo. Así mismo es importante no juzgar  a las personas con pensamientos suicidas y hacerles saber que no están solas, que con su apoyo y una buena orientación terapéutica es posible recuperarse, superar estos sentimientos y tener una vida satisfactoria, en la que no tengan cabida los pensamientos suicidas o que aprendas a vivir con ellos manteniéndote seguro/a.

Referencias:

Francisca, R., (s,f). Guía Sobre La Prevención Del Suicidio Para Personas Con Ideación Suicida Y Familiares. Servicio Andaluz de Salud: Área de Dirección de Organizaciones Sanitarias. Escuela Andaluza de Salud Pública. Recuperado de: https://consaludmental.org/publicaciones/Guiaprevencionsuicidio.pdf

Román, V. y Abud, C. (2017) Comunicación, infancia y adolescencia. Guía para periodistas. Suicidio. UNICEF Argentina. ISBN: 978-92-806-4892-8. Recuperado de: https://www.unicef.org/argentina/media/1536/file/Suicidio.pdf

Organización Mundial de la Salud (OMS). (2020). Suicidio. Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2018). “Estadística a propósito del día mundial para la prevención del suicidio”. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2018/suicidios2018_Nal.pdf