Día a día nos encontramos bajo la influencia de los medios de comunicación, los cuales continuamente nos transmiten los actuales cánones y estereotipos de belleza, así como el éxito social de influencers en las redes sociales.
Encontramos toda esta información como si fuera el único medio para conseguir la fama y la aceptación social.
La tendencia social y cultural de considerar la delgadez como la situación ideal del éxito, influye cada vez más en los adolescentes, sobre todo en las mujeres quienes se preocupan excesivamente por la estética.
La realidad es que gran parte de las adolescentes que sufre de estos trastornos no es capaz de tomar conciencia sobre su problemática hasta que la enfermedad comienza a deteriorar su vida cotidiana, y en general muchas veces son detectadas por sus padres, profesores o pares, siendo forzados a ir con algún especialista.
Generalmente las consultas se realizan con médicos generales o nutriólogos, sin embargo, es indispensable acudir y trabajar en conjunto con un psicólogo.
El incremento en el número de casos de alteraciones de la conducta alimentaria ha hecho que estos padecimientos constituyan uno de los problemas psicológicos de mayor prevalencia. Su origen no se ha dilucidado concretamente, ya que se observan tendencias tanto genéticas y neurológicas, como factores culturales y sociales antes especificados.
El diagnóstico de estas enfermedades suele ser complejo y con frecuencia puede ser subdiagnosticado, ya que algunos especialistas suelen separar las conductas (saltarse comidas, provocarse vomito inmediatamente después de comer, racionar los alimentos, etc.) de los síntomas (peso por debajo de su talla, uñas quebradizas, caída de pelo, piel seca, interrupción de la menstruación, así como, ansiedad, estrés, depresión, etc.) que presentan los adolescentes, lo que provoca que el paciente no sea atendido correctamente.
¿Cuáles son los principales trastornos de la conducta alimentaria?
La anorexia nerviosa se caracteriza por la incapacidad de mantener un cuerpo saludable normal en relación con el peso, aspecto que se constituye en una obsesión, observándose insatisfacción permanente con la delgadez alcanzada, aun cuando se haya llegado a niveles de muy bajo peso.
La bulimia nerviosa es aquella donde la persona sufre episodios de atracones compulsivos, pero la preocupación que tiene de no ganar peso conduce hacia conductas de control para evitar subir de peso, seguidas éstas de un gran sentimiento de culpabilidad. Estos pacientes, utilizan diferentes medios para intentar compensar los atracones, siendo el más habitual la provocación del vómito, el uso excesivo de laxantes o de diuréticos, el ayuno y ejercicio físico muy intenso.
Si sientes un miedo exagerado al sobrepeso, un rechazo de tu propia imagen corporal, y pones tu peso o figura como prioridad, es de suma importancia buscar ayuda, ya que estos son signos de alarma que no hay que dejar pasar.
Una atención oportuna detendrá muchas consecuencias en la vida cotidiana de estas personas.
Referencias:
Carolina, L. G., & Janet, T. (2011). Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes: descripción y manejo. Revista Médica Clínica Las Condes, 22(1), 85–97. https://doi.org/10.1016/s0716-8640(11)70396-0
Labora González, J. J. (2018). El cuerpo y los trastornos de la conducta alimentaria: los imaginarios sociales del cuerpo de los profesionales de la salud. Sociología y Tecnociencia, 8(2), 112. https://doi.org/10.24197/st.2.2018.112-130