Decisiones ¿Qué tan racionales son las decisiones que tomamos?
Cuando tomamos decisiones,
¿estamos seguros que nosotros lo hacemos?
¿Por qué decidimos lo que decidimos?
A propósito de la incertidumbre, las fake news, el pensamiento mágico y el nuevo COVID-19.
Con respecto a la toma de decisiones en una situación de incertidumbre como lo es ahora ante el confinamiento debido al nuevo COVID-19, hemos observado comportamientos diversos a veces difíciles de asimilar. Por ello, decidimos en tres segmentos recapitular respetados análisis de la sociología, la psicología y la neurociencia, dejando al lector la reflexión sobre la interacción de los mismos.
Segmento I. Sociología.
De acuerdo con descripciones que se han llevado en la sociología con respecto a la edad de la historia que nos está tocando vivir, sociólogos reflexivos de la talla de Bauman y Bordoni (2016), han discutido la esencia de esto que algunos llaman posmodernismo y otros etapa líquida -o sociedad líquida- del modernismo, concluyendo que esta fase de la historia -que forma parte del tardío siglo XX y probablemente hasta el día de hoy- se ha caracterizado por la ausencia de referentes y de estructuras, dejando todo diluido, producto de una filosofía de vida caracterizada por la incertidumbre, donde cada uno tiende a preocuparse de uno mismo y sus intereses. Algunos ejemplos de la incertidumbre social se observan en los contratos temporales de trabajo, la pérdida de la seguridad social, la inestabilidad económica y la eliminación de las jubilaciones. Así, la oportunidad de pensar en el otro se ve aniquilada por la incertidumbre en la que se vive.
¿Compras de pánico? ¿Agresiones a personal de salud? ¿Desconfianza a recomendaciones del gobierno?
Segmento II. Psicología.
Tomando las premisas del galardonado Nobel, Kahneman (2003) y su trabajo conjunto con Tversky, es que ahora sabemos más sobre la psicología de las creencias y la toma de decisión intuitiva. Por tal trabajo conocemos que la mayoría de las elecciones y juicios que hacemos son hechos de forma intuitiva más que razonada. Según los autores, este fenómeno de la intuición está mediado por aquellos pensamientos más accesibles a nuestra conciencia que nos obligan a darle mayor importancia a cierta información sobre otra, haciéndonos pensar que procesamos la información más importante, cuando en realidad retomamos la información más tendenciosa.
Es decir, somos muy susceptibles a prejuicios que terminan formando parte de nuestras decisiones, como son darle mayor importancia a la información que más se repite, o aquella que se parece más a lo que nosotros ya creíamos, darle mayor relevancia a la información que es más fácilmente disponible, o ver patrones en eventos azarosos, así como ignorar información negativa o peligrosa con la creencia de que así se anula o bien, concluir en función a estereotipos, entre otros.
De manera que nuestras creencias y toma de decisiones son más intuitivas y prejuiciosas de lo que pensamos. ¿Lo han visto en ustedes o en algún conocido? ¿Pensamiento mágico? ¿Fake news? ¿Necedad? ¿Fanatismo?
Segmento III. Neurociencia.
La información más contemporánea sobre la neurociencia establece que la toma de decisiones de índole personal y social, por más razonada que consideremos que esta sea, en realidad requiere del funcionamiento de regiones cerebrales vinculadas con el procesamiento emocional. En los últimos años, las investigaciones del neurocientífico Damasio (2010), demostraron que las emociones son mecanismos necesarios ante el razonamiento, ya que coadyuvan a tomar partido sobre una u otra elección, donde además, tales “recuerdos emocionales” permanecían como memorias del cuerpo que facilitaban la elección en una situación similar de futuras decisiones.
¿Les suena?
¿Ya le contestaron el msj a su exnovia (o)?
¿Reflexionado/arrepintiéndose sobre toma de decisiones añejas de su vida?
¿Algunas emociones como el miedo, están provocando decisiones y conductas atípicas de ustedes mismos?
Que la reflexión se guarde en el lector.