¿Cómo afecta la pandemia a los niños y adolescentes?: Efectos psicológicos.

La propagación abrupta SARS-CoV-2, causante de COVID-19 ha incurrido a la población a adaptarse a múltiples cambios drásticos resultantes de la pandemia y el confinamiento sanitario. De esta manera la población se vio afectada psicológicamente, dejando secuelas tanto para quienes se han contagiado como para los familiares de estos. Es por eso que en este apartado nos enfocaremos en las repercusiones emocionales y/o comportamentales que ha dejado a su paso la pandemia, esto principalmente en los más jóvenes de la familia.
Aunque estos mismos no están considerados dentro de la población de mayor riesgo, es importante ponerlos en el foco de atención, ya que son afectados psicológicamente en cuanto a la alteración de su vida diaria. Asimismo, existen otros factores que pueden afectar a dicha población tales como lo son el estrés por el que pasan los padres de los mismos, el cambio de rutinas, el cierre de escuelas, el confinamiento sanitario, el consumo de alcohol y otros, y sumándole a esto también la violencia doméstica y otras prácticas de maltrato físico y emocional.
Es así como todos estos factores se vuelven una gran fuente de estrés para los menores, lo cual traerá consigo una respuesta psicológica distinta de acuerdo con su edad:
En los niños menores de 2 años:
Extrañarán a sus cuidadores usuales (por ejemplo, abuelos u otro familiar), incluso pudiesen estar irritables por la nueva situación que les aqueja dejando como consecuencia aumento en los berrinches y/o disminución del apetito.
Niños de etapa preescolar:
Pueden llegar a presentar pesadillas, miedo a estar solos, berrinches y cambios en el apetito.
Niños de entre 6 a 12 años:
Pudiesen llegar a preocuparse por la situación actual, su salud, la de sus padres o tutores, así como del futuro, lo cual desencadenaría comportamientos como lo son irritabilidad, pesadillas, problemas para conciliar el sueño, problemas con el apetito, perdida de interés por sus compañeros, competencia por la atención de los padres en casa, problemas con la conducta o exceso en la búsqueda de afecto con los padres y dolores de cabeza o en el estómago.
En los adolescentes de entre 13 a 18 años:
La ansiedad se puede presentar mediante conductas desafiantes, apatía, dolores físicos, problemas de sueño o apetito, aislamiento con compañeros de clase o familiares y despreocupación por las medidas sanitarias. De igual manera, es posible que la misma preocupación de los padres por la situación actual esté afectando la capacidad de detectar dicha ansiedad, y por consecuencia, no dar respuesta a la necesidad de estos.
Por otro lado, cabe mencionar que los niños que han presenciado una cuarentena causada por enfermedades pandémicas son propensos a desarrollar un trastorno de estrés agudo y algunos síntomas del Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). Es posible que algunos de los síntomas se presenten después del confinamiento, esto es notable cuando los menores se nieguen a asistir a la escuela cuando se reestablezcan las clases presenciales, al igual de un miedo excesivo a contagiarse debido a la exposición excesiva o inadecuada de información sobre COVID-19. También, si ya se presentaba introversión, es posible que en algunas personas esta llegue intensificarse.
Así pues, si se llega a mantener un estilo de vida saludable y se cuenta con el apoyo necesario por parte de los padres, se espera que los niños puedan recuperarse de los efectos ya comentados anteriormente, aun así, habrá niños y adolescentes que requieran de apoyo profesional, en especial aquellos ya presentaban problemas psicológicos, trastornos del desarrollo o que hayan sufrido la perdida de algún ser querido a casusa de la pandemia.
En relación con lo anterior, aquí brindamos algunas recomendaciones que se pueden realizar en familia:
-
Tratar de explicar la situación y las medidas necesarias a cumplir, adecuándolo a la edad del menor.
-
Comentar en familia las emociones surgidas por la pandemia, así como las ideas y acciones que ayuden a afrontarlos.
-
Fomentar hábitos saludables y la disciplina para seguirlos.
-
Mantener la comunicación con familiares y amigos.
-
Seguir una rutina de día en cuestión de estudio, trabajo, deberes del hogar y otras actividades que se realizan.
-
Adquirir nuevas habilidades o temas de interés.
-
Asistir con un profesional de la salud mental, si es que los padres o un menor muestra alguno de los efectos mencionados y este irrumpe de forma significativa en sus vidas.
Por último, cabe recalcar la importancia de detectar las situaciones y/o comportamientos que impliquen un estado de ansiedad resultante de la pandemia o la cuarentena, que pudiesen afectar tanto a uno mismo como a los menores, esto con el fin de poder atender oportunamente las necesidades psicológicas presentes. También es importante tener en cuenta esto, ya sea durante o después de la pandemia.
4 comments
Patricia
noviembre 10, 2021 at 11:52 am
Hi! I’ve been reading your weblog for a long time now and finally got the courage to go
ahead and give you a shout out from Lubbock Tx! Just wanted to mention keep up
the good job!
Hershel
enero 27, 2022 at 5:45 pm
What’s up to every one, it’s genuinely a good for me to pay a quick visit this
website, it contains priceless Information.
www.xmc.pl
junio 24, 2022 at 5:50 pm
I have read a few good stuff hereDefinitely price bookmarking for revisitingI wonder how much attempt you set to create this kind of great informative website.
axxis hospital 5
agosto 19, 2022 at 7:40 am
Buena publicación. ¡Revisé continuamente este blog y estoy impresionado! Información muy útil, especialmente la última parte 🙂 Me preocupo mucho por esa información. Estuve buscando esta cierta información durante mucho tiempo. Gracias y mucha suerte.