El uso de métodos de disciplina “tradicionales”, que conllevan el castigo físico son comúnmente empleados en nuestro país. Se ha encontrado que los niños expuestos a la violencia tienen mayores probabilidades de perpetuar estas conductas dentro de su núcleo familiar una vez que son adultos y debido a que el estrés generado por la violencia afecta el desarrollo cerebral, habrá repercusiones en las habilidades cognitivas y emocionales de los niños.