El tiempo que pasan los niños y adolescentes frente a una pantalla se ha incrementado con el paso de los años y se ha encontrado que puede tener diversas consecuencias en la salud mental, como problemas de atención, en las habilidades sociales y emocionales. Además, el uso de del celular y de las redes sociales se ha relacionado con un incremento en depresión, ansiedad, autolesiones y suicidio entre los adolescentes.