¿Por qué no puedo dormir?
Sin duda la pandemia está sumando una serie de factores en contra del buen dormir. El estrés y la ansiedad son el principal factor debido a que hay incertidumbre y temor por
lo que está sucediendo, y ello igualmente deriva en insomnio y otras dificultades.
El insomnio es un trastorno del sueño bastante común entre la población. Se conoce que
al menos el 50% de la población adulta sufre los efectos nocturnos de este trastorno, que
se caracteriza por acostarse y tardar mucho en dormir (insomnio de inicio), así como de
no lograr quedarse dormido hasta la mañana siguiente y estar despertando
continuamente (insomnio de mantenimiento) pero cuando, además, se toman en
consideración las repercusiones vespertinas, la cifra disminuye en un 40%; dichos
efectos se presentan la mayor parte del día interrumpiendo nuestras actividades
cotidianas.
Dichos efectos se manifiestan con:
Sueño excesivo (somnolencia) durante la tarde, fatiga, irritabilidad, malestar
general, falta de atención en las labores cotidianas y la falta de motivación.
Esta dificultad de dormir y mantener el sueño, repercute de gran manera en el estado
emocional, físico y psicológico de las personas, afectando la calidad de vida y la
capacidad académica o laboral, se ha reportado que personas que sufren este trastorno
con el tiempo desarrollan una predisposición al aumento de enfermedades, una baja
tolerancia al estrés y no pueden concentrarse en sus actividades, provocando un mayor
número de accidentes laborales, domésticos y hasta automovilísticos poniendo en
peligro su vida y la de los demás; es importante detectar oportunamente este trastorno
para frenar y retrasar las consecuencias del insomnio.
Conseguir un sueño de buena calidad es una necesidad. No debemos subestimar
su importancia para nuestra salud, longevidad y calidad de vida.
Se han descrito al menos tres tipos de insomnio: El crónico, el de corta duración y el causado por otros factores.
El insomnio crónico es aquél donde el paciente no ha podido iniciar y/o mantener el
sueño durante al menos tres veces a la semana, al menos tres meses consecutivos. El
insomnio de corta duración se caracteriza por durar menos de tres meses consecutivos,
simplemente resulta en la insatisfacción de conciliar y mantener el sueño. Y por último el
insomnio de corta duración causado por otros factores, se deriva del consumo de
sustancias nocivas como el alcohol o el tabaco o por la presencia precipitada de
acontecimientos significativos, como puede ser un divorcio, enfermedades graves, o
como lo que estamos viviendo actualmente, el aislamiento social causado por el COVID-
19.
Este cambio ha sido significativo en todas las personas, pues ha provocado que los ciclos
de sueño se hayan ido desfasando del horario al que estábamos acostumbrados, y que,
junto con el aislamiento, la lejanía con nuestros seres queridos y el exceso de noticias
sobre el repunte de casos, provoca una gran cantidad de estrés y ansiedad,
contribuyendo a la dificultad de conciliar el sueño.
El estrés genera un mayor nivel de alerta ante las situaciones que estamos viviendo,
provocando ansiedad, dificultando el poder relajarse y por lo tanto poder conciliar y
mantenerse dormido durante la noche. Es importante aprender algunas estrategias de
cómo afrontar las situaciones de estrés y ansiedad para prevenir y detener el
insomnio.
Dentro de las recomendaciones que podemos seguir para que el insomnio no afecte nuestra vida cotidiana son:
● Evitar la estimulación luminosa brillante de los aparatos electrónicos por lo menos una hora antes de ir a la cama.
● Dormir cubriendo las 7 horas promedio de sueño.
● Actividad física por las mañanas, así como mantener los horarios de alimentación establecidos.
● Evitar cualquier tipo de sustancia nociva para el cuerpo (tabaco, alcohol, fármacos).
● Evitar la sobreinformación de noticias. Limitar solo a una hora y continuar con las actividades cotidianas.
La realidad que estamos viviendo, los nuevos protocolos y la información con la que hemos estado siendo hostigados día tras día, es nuevo para cada uno de nosotros, pero juntos podremos sobrellevarlo.