Clínica Del Cerebro y la Conducta

Las fiestas decembrinas suelen asociarse con momentos de alegría, reunión familiar y celebración. Sin embargo, para muchas personas esta época también trae consigo estrés, sentimientos de nostalgia y expectativas difíciles de cumplir. Cuando estas emociones se prolongan más allá de lo habitual y afectan significativamente la calidad de vida, podrían indicar depresión navideña.

¿Qué es la depresión navideña?

La depresión navideña no es un diagnóstico clínico formal, pero describe un conjunto de síntomas depresivos que aparecen o se intensifican durante diciembre y enero. A diferencia de la tristeza temporal —que es normal al enfrentar cambios y pérdidas—, la depresión implica un estado de ánimo persistentemente bajo por más de dos semanas, junto con otros síntomas como:

  • Pérdida de interés o placer en actividades cotidianas

  • Fatiga o falta de energía

  • Alteraciones en el sueño y apetito

  • Dificultad para concentrarse

  • Pensamientos negativos recurrentes

  • Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva

¿Quiénes la padecen?

Se estima que más de 35 millones de mexicanos viven con depresión en algún grado, convirtiéndola en uno de los trastornos mentales más frecuentes y discapacitantes en el país. Aunque cualquier persona puede experimentarla, factores como antecedentes de trastornos del ánimo, soledad, pérdidas recientes, estrés financiero y falta de apoyo social aumentan la vulnerabilidad durante las fiestas.

Diferencias entre tristeza estacional y depresión clínica

Característica Tristeza temporal Depresión navideña
Duración Horas o días Más de 2 semanas
Intensidad Moderada Severa, interfiriendo con la vida diaria
Recuperación Mejoría con actividades placenteras Persistencia pese a cambios externos

Estrategias para prevenir y manejar la depresión navideña

  1. Planifica con anticipación: Organiza tus gastos y eventos sociales según tus prioridades. Establece límites realistas para evitar el agotamiento.

  2. Mantén rutinas saludables: Respeta horarios de sueño, aliméntate balanceadamente y realiza ejercicio regular, incluso caminatas al aire libre.

  3. Fortalece tus vínculos: Comparte tiempo de calidad con familiares o amigos de confianza. Evita aislarte.

  4. Establece expectativas realistas: Acepta que no todo debe ser perfecto. Enfócate en lo que realmente te aporta bienestar.

  5. Practica la autocompasión: Reconoce tus emociones sin juzgarte. Permítete sentir tristeza sin caer en la negación.

  6. Limita el consumo de noticias y redes sociales: Reduce comparaciones que puedan generar ansiedad o frustración.

  7. Incorpora actividades placenteras: Dedica tiempo a hobbies, voluntariado o proyectos creativos.

Cuándo buscar ayuda profesional

Si los síntomas persisten por más de dos semanas, empeoran o interfieren con tus responsabilidades diarias, es recomendable consultar a un especialista en salud mental. Un psicólogo o psiquiatra puede ofrecer diagnóstico, terapia y apoyo personalizado.

 

Las fiestas pueden despertar emociones complejas: es normal sentir nostalgia o estrés, pero cuando estos sentimientos se intensifican y afectan tu bienestar, es esencial actuar. Prevenir la depresión navideña implica combinar estrategias prácticas con el cuidado emocional adecuado. No estás solo: buscar ayuda es un acto de valentía y autocuidado.

 

Referencias

  • Asociación Española del Sueño [ASENARCO] (s.f-s. a) Consejos para llevar una buena higiene del sueño. Extraído en línea desde: http://asenarco.es/higiene-del-sueno/

  • Gupta A., Sharma P.K., Garg V.K., Shing A.K., Mondal S.C. (2013) Role of serotonin in seasonal affective disorder. European Review for Medical and Pharmachological Sciences. 17:49-55.

  • Hofmann S.G., Petrocchi N., Steinberg J., Lin M., Arimitsu K., Kind S.,Mendes A., Stainger U. (2015) Lovin-Kindness Meditation to target affect in mood disorders: A proof- of-concept study. Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine.1: 1-11

  • Kupfer, D. J., Regier, D. A., Arango López, C., Ayuso-Mateos, J. L., Vieta Pascual, E., & Bagney Lifante, A. (2014) DSM-5: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5a ed.). American Psychiatric Association. Madrid: Editorial Médica Panamericana.

  • Kvam S., Kleppe C.L., Nordhus I.H., Hovland A. (2016) Exercise as a treatment for depression: A meta-analysis. Journal of Affective Disorders. 202:67-86

  • Organización Panamericana para la Salud (OPS) (s.f.-s.a.) “Depresión: Hablemos”. Extraído desde: https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=13102:depression-lets-talk-says-who-as-depression-tops-list-of-causes-of-ill-health&Itemid=1926&lang=es

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