¿Eres de las personas que durante el invierno se enoja de todo o se pone muy triste? El último mes del año es una época con una carga emocional muy grande, por lo que podemos llegar a experimentar muchos cambios, hasta el grado de querer aislarnos de todo mundo. ¿Quieres saber por qué experimentamos estos cambios, y qué podemos hacer al respecto?
La pandemia del coronavirus COVID 19 ha traído enormes consecuencias en la vida de cada uno de nosotros, llegando a ser una etapa marcada por la presencia de pérdidas no sólo de seres queridos sino también de nuestra libertad, del trabajo, confianza, planes, seguridad, salud entre otros. Y por ende como en toda pérdida atravesamos por un proceso de duelo que nos hace sentirnos paralizados, enojados, cansados e incluso experimentar síntomas físicos como dificultad para dormir, cansancio excesivo, hiperventilación, temblores, dolores musculares, etc. Aspectos que al tornarse persistentes contribuyen a la aparición de síntomas de ansiedad o depresión.
La psicoterapia ayuda a encontrar soluciones eficaces a los problemas relacionados con todo aquello que incomoda y agobia a una persona en su vida cotidiana. Es preciso señalar que dentro de la psicoterapia existen diferentes tipos, que si bien, una no es mejor que la otra, pueden beneficiar mejor a la persona de acuerdo con la situación que esté . ¡Descubre aquí qué tipo de terapia va mejor contigo y tus metas!
La psicoterapia es una forma de ayudarnos a resolver y afrontar mejor situaciones de estrés, conflicto, ansiedad, competitividad, soledad o depresión , y así desenvolvernos mejor en nuestro entorno, sin embargo, ir a psicoterapia no es siempre fácil, ya que es un tema que suele estar rodeado de mitos, que aquí debatiremos.
Los trastornos del aprendizaje son problemas que surgen principalmente durante la edad escolar de los niños (7 años a 12 años), se pueden identificar debido a las dificultades que presentan para leer, escribir, calcular o prestar atención. Estos trastornos afectan al menos al 7% de la población infantil mexicana y sus consecuencias no sólo incluyen los aspectos académicos, sino también los emocionales y sociales. Con una detección y diagnóstico apropiado los niños afectados podrán seguir adecuadamente con sus estudios básicos.
Dentro de los trastornos alimenticios podemos encontrar el Trastorno por atracón, es decir, comer sin control, incluso después de estar llenos. Dicha conducta generalmente ocasiona sentimientos de culpa, vergüenza y angustia. Cabe resaltar que como cualquier otro trastorno alimenticio es un problema emocional serio, que puede llegar a tener consecuencias mortales, al afectar directamente en la capacidad del cuerpo para obtener una nutrición adecuada.
Los trastornos de la conducta alimentaria se presentan cuando existen alteraciones graves en la ingesta de los alimentos. Estos trastornos engloban varios tipos de manifestaciones, como lo son: la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa. Son la tercera enfermedad crónica más común entre las jóvenes, llegando a una incidencia del 5%. Si bien es un trastorno cuya aparición es más común entre las mujeres, los varones se ven afectados por estos en una proporción de 1 por cada 10 mujeres
Las conductas suicidas se manifiestan con comportamientos autodestructivos que involucran: fantasías de muerte, autolesiones, ideación, amenazas e intentos suicidas que podrían acabar con la propia vida. En promedio en México, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en años recientes se han quitado la vida alrededor de 6,000 personas al año. Cabe resaltar que es la interacción de múltiples factores los que ocasionan que una persona llegue a tomar la decisión de acabar con su vida, sin embargo, durante la pandemia los jóvenes y adultos mayores son los sectores más vulnerables para cometer estos actos.
Lo más natural en las personas es sentir miedo ante eventos traumáticos, este temor nos ayuda a “luchar o huir” del peligro al que nos enfrentamos. Pero después de dicha situación, se experimentarán distintas emociones, y al menos el 3% de estas personas, pueden desarrollar estrés postraumático después de vivir el hecho impactante, aterrador o peligroso.
