Atender a lo positivo: Por qué nos cuesta tanto.

Como seres biológicos, los humanos tenemos una tendencia natural a prestar atención a las cosas negativas; esto nos protegería de cualquier peligro y nos permitiría aprender a movernos en el mundo con seguridad, así funciona la naturaleza y es parte de nuestros instintos. El problema es que, en la sociedad actual, las cosas negativas pocas veces ponen en riesgo nuestra integridad y resultan ser más bien eventos de bajo impacto (como molestias hacia la actitud de otras personas, pequeños desacuerdos en ideas o formas de actuar, diferencias de género, problemas de fácil solución como la pérdida de un objeto material, la búsqueda de bienes materiales, empeño por sentirnos a la moda, etc.) Es decir, prestarle atención a lo que NO está bien para nosotros, ya no parece demasiado útil como método de sobrevivencia, sin embargo, nuestro cerebro y el de quienes nos rodean, actuará instintivamente como si aún lo necesitara (Ojo, está muy bien cuando nuestro cerebro ubica y reacciona situaciones potencialmente peligrosas como lugares obscuros, animales extraños, alimentos de dudosa procedencia, personas agresivas, etc. ¡¡Gracias cerebro por mantenernos con vida!!. Pero me refiero a lo esencialmente inocuo).
Una investigación reciente, por ejemplo, ha determinado que una emoción negativa impacta tres veces más la salud mental que una emoción positiva, en una razón de 3:1 , es decir que para que hubiera un balance entre emociones positivas y negativas, y con ello una sensación de bienestar, deberíamos percibir tres veces más emociones positivas que negativas, lo cual parece no ser tan fácil considerando la tendencia natural del organismo a atender a lo negativo.
[Si quieres comprobar lo anterior, nota cada vez que tengas emociones como el enojo y la tristeza; también presta atención a cuando estás content@ o muy feliz ( o puedes ver lo que pasa con otras personas): ¿Qué emociones duran más?, ¿Qué tipo de pensamientos vienen durante y después del enojo/tristeza?, ¿Qué tipo de pensamientos vienen durante y después de los momentos de felicidad?, ¿Cómo reaccionan los demás?, ¿En qué momentos las personas son más amables y dedicadas contigo?].
Pero ¡no hay que desanimarnos! Afortunadamente, podemos aprender a prestar atención también a las cosas buenas que nos pasan; costará un poco más que ponerle atención a las cosas malas, pero con un poco de práctica verás como la balanza se equilibra.
>>> Por eso aquí te dejo un muy buen ejercicio que vale la pena probar:
Durante una o dos semanas, sal a la calle y presta atención consciente a todas las cosas que te producen sensaciones positivas (de bienestar) y por supuesto haz lo necesario para sacarles el mejor provecho .
Tomate un momento para registrar el momento tomando una foto (imaginaria o con el celular o cámara) al objeto o persona que represente esa sensación de bienestar y al final de la semana revisa a conciencia la galería de tus recuerdos.
Haz una lista de las cosas que hiciste para promover que los eventos registrados ocurrieran.
Finalmente haz una lista también de las cosas mínimas que podrías hacer para que los eventos que fotografiaste se repitan más en tu vida.
Continúa el ejercicio las veces que lo necesites.
Referencia a investigación citada:
Frederickson B. y Losada M.(2011) Positive affect and complex dynamics of human flourishing. American Psychology. 60(7):678-686. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3126111/#
One comment
XMC.pl
mayo 9, 2022 at 2:17 am
Usually I don’t read post on blogs, but I wish to say that this write-up very forced me to try and do so!